miércoles, 19 de diciembre de 2007

Ciencia, esencia y lenguaje

La crítica que Popper hace a la pretensión de los esencialista de encontrar “esencias” últimas e inexplicables en la realidad tiene mucho sentido práctico. Desde nuestra humilde y contingente perspectiva humana, decir que las explicaciones últimas son esenciales, que poseen otra explicación más allá de que “así son por naturaleza” nos lleva a un estancamiento del conocimiento, ya que no nos impulsaría a buscar explicaciones más universales, completas y útiles. Creo que un principio que debería seguir todo científico es pensar, al menos por su sentido práctico, en la posibilidad de encontrar leyes con las cuáles se expliquen las leyes más universales de la actualidad, lo que ahora se llama “principios” en sentido moderno.
La ciencia son conjeturas de la realidad que permiten predecir y darnos una idea del mundo. Es cierto que la traslación de la tierra alrededor del sol nunca puede percibirse en una impresión individual, puesto que traslación incluye necesariamente secuencia temporal. Así, el enunciado de que la tierra gira alrededor del sol no encuentra experiencia singular alguna sobre la cual apoyarse. Pero sí podemos, por ejemplo, predecir las observaciones que los satélites hacen de la tierra. Éstas concuerdan con las predicciones que se deducirían de la teoría de Newton, por ejemplo. ¿Es correcto decir, entonces, que sabemos que la tierra gira alrededor del sol? yo pienso que no. Podrían haber cambios en los sistemas de referencias, el espacio podría doblarse y luego extenderse de tal manera que las consecuencias empíricas fuesen iguales a que si “la tierra girara alrededor del sol” en el sentido que lo piensa Newton.
Creo que toda secuencia de hechos finitos podría ser deducida de más de una ley o paradigma. Esto es, todo fenómeno tiene más de una posible explicación científica. Muchas veces no nos la podemos imaginar porque nuestras maneras de ordenar y pensar la realidad están muy arraigadas, sobre todo las ideas metafísicas. ¿Pudo haber concebido un griego la idea del “espacio doblado” de la Teoría General de la Relatividad de Einstein? Yo creo que no. Sin embargo, ahora lo hacemos y es la teoría más aceptada. ¿Significa esto que nada es verdad, que no existe la verdad como tal? Por supuesto que no. Lo que sí significa es que no podemos estar seguros de saberla, la verdad de las teorías científicas puede ser alcanzada, más no demostrada.
Contrastemos esto con la verdad de los juicios singulares. Decimos, “frente a mí hay una mesa roja”. De acuerdo con los significados de las palabras y si hay ciertas impresiones que se identifiquen con ellas, este enunciado es verdadero. Pero también podríamos decir, por ejemplo, “está meseando rojamente”. ¿Que implica este cambio? Implica una concepción metafísica distinta de la realidad. Un pueblo con tal lenguaje concebiría la realidad, por ejemplo, como una sola capacidad, que se manifiesta de maneras diferentes en acciones. Así, la mesa es una acción, por ejemplo, del espacio que se muestra como algo rojo para que nosotros escribamos. ¿Cual de los 2 enunciados es verdadero? Ambos. La realidad empírica de ambos se corresponde con lo que denotan las palabras. ¿Pero por qué parecen diferentes? Porque cada frase también busca denotar algo que sobrepasa la experiencia. El instrumentalista pretendería eliminar ésta metafísica de las cosas pero no se da cuenta de que negarlo también es metafísico. No es posible enunciar algo sobre la realidad sin caer en ciertas especulaciones. También pretendería también decir que esa pretensión de asignarle a la realidad es vacía, una pseudo-idea, pero yo creo que no es necesariamente así. En el caso anterior, por ejemplo, se puede imaginar un espacio con voluntad que decide, análogamente a nuestras decisiones, mostrarse y mantenerse como una mesa, y resistirse a ser penetrado. Para ver como esto es posible, hay que recordar que no entendemos mucho nuestra voluntad y cómo surge. La ignorancia sobre un tema no puede ser argumento para negar una posible creencia; ya el hecho de que tengamos ideas nosotros, que somos materia también, es suficientemente impresionante. Y es que las cosas nos impresionan porque contradicen nuestras teorías previas. Todos los mundos posibles son igual de posibles y verosímiles. Las cosas dejan de impresionarnos sólo porque nos aburrimos, porque se convierten en rutina y dejamos de concebir la posibilidad de lo contrario. Así, cuando un hecho contraría una predicción de nuestras teorías es que sentimos el impulso estético. Pero todo es impresionante sólo por ser y, más aún, por no ser de otra manera aunque hubiese podido serlo.
Como Popper admite cada vez más a medida que avanza en su pensamiento, las ideas metafísicas son muy importantes en las revoluciones y los cambios de teoría. Es difícil concebir algo muy nuevo y, a la vez, su manera de probarlo. Pero esa idea metafísica nos servirá de guía para una investigación de tal manera que, posiblemente, lo incontrastable se convierta en contrastable y , por lo tanto, lo metafísico en científico. Para poner un ejemplo que puede sonar absurdo, podría inventarse un aparato que perciba los “pensamientos” del espacio, si es que los tiene y lo expresa. En caso de que el científico lo busque y no lo consiga, vaya frustración para él, pero la actividad de buscarlo es admirable y, sobre todo, potencialmente muy útil, tanto en sentido tecnológico como teórico. El que busca una explicación no la tiene, porque si la tuviese no la buscara, y quizás no la consiga, porque no hay nada que nos diga que la hay, pero es esta actividad de lanzarse a una especie de terreno nubloso la que ha ayudado a la humanidad a desarrollar sus grandes inventos. Caminar por niebla espesa no implica que no se vaya a encontrar nada, lo que no se vea se podrá tocar, si se nos atraviesa en el camino.
Lo escrito después del primer párrafo tiene la intención de mostrar el carácter inseguro de la ciencia, pero mejorable y con potencialidad de llegar a la verdad. Ahora retomemos la discusión sobre las esencias. Si el esquema explicativo de la ciencia pretende decir cómo es la realidad, necesita inevitablemente concebir la idea de que en algún nivel la explicación de la ley más universal sólo podrá ser de carácter esencialista. El mundo es de alguna manera, ésta creo que es la idea básica del realista. En Popper (y yo comparto su idea), el conocimiento de la verdad de las teorías que describen al mundo no es alcanzable; no sabemos si la manera de nuestras teorías es la manera del mundo. Pero hay algo que sí podemos saber a priori.
Imaginemos que sabemos cómo es la realidad. Que nuestras teorías son verdaderas y completas porque un Dios nos lo dijo (yo no le creería. En realidad quiero evocar la idea de la posibilidad lógica de que es así). Toda explicación causal remite un fenómeno a una regularidad universal. Una ley es deducida de otra. Tal evento (X) es porque todos los eventos tales son así, porque existe tal o tal propiedad que hace que el evento sea. Luego podremos decir que esas propiedades son así porque, siguiendo otra ley, tal y tal cosa sucede. Pero al referirnos a las leyes más universales, no se puede dar ninguna respuesta al por qué de las cosas diferente al “porque así es” o “porque Dios o la Naturaleza así lo quiso”. Dijimos que el científico debe seguir como principio negar esta tentación, porque, precisamente, ningún Dios nos ha dado la teoría del mundo completa y verdadera. Pero debe saberse que, a priori, si se piensa que el mundo es de una manera, las explicaciones últimas (aunque nunca se sabrá si son últimas) son esencialistas.
Esto entra en línea con el “Tractatus” de Wittgenstein donde alude que todo es accidental porque si hay una causa, esta causa es accidental. Las respuestas a los “¿por qué?” del evento X nos dice algo, nos lo hace familiar como un caso particular de algo que siempre sucede, nos dice que es regular; pero una explicación de otra manera que pretenda darnos “causas” sólo crea ilusiones, ya que se remite la causa a una causa superior y así sucesivamente, hasta que al final se da un “porque sí”. Lo cual no quiere decir que la ciencia no explique nada. Al responder a la pregunta de “por qué hay días y noches” se nos dice es porque la tierra rota alrededor de su eje, etc. Esto sucede también por leyes más universales que eventualmente tendrán que terminar siendo esencialistas y decir, “hay infinitas posibilidades lógicas del mundo. Este mundo es así, sigue esta ley. ¿Por qué? Porque sí” (a este estado nunca se llegará porque nunca podremos saber si una explicación es última o no podrá ser englobada por otra más universal así que, cualquiera que de esta respuesta debe despertar dudas en un espíritu inquisitivo). La explicación de que por qué hay días y noches no está completa pero, en la búsqueda de ésta aprendimos algo, por ejemplo, que la tierra gira alrededor de su eje o que está bastante corroborado que sea así; el que quiera negarlo, que presente una teoría que se adapte más a los hechos o, que contenga las mismas consecuencias fenomenológicas pero contenido metafísico distinto.
A mí personalmente me produce un placer increíble escuchar teorías posibles y pensar la realidad con esquemas diferentes. En este último punto es donde creo que la ciencia podría juntarse con el pensamiento Heideggeriano, si tanto los científicos como los filósofos de esta tradición suavizan un poco sus pretensiones.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ideas sueltas sobre el lenguaje

Esto es un trabajito que tuve que hacer para una clase. Algo caotico y equivocado en algunas partes, pero creo que con algo de fertilidad

Una crítica que surge inmediata y casi inevitablemente se dirige a que Nietzsche hace exactamente lo que critica. Critica el lenguaje y el concepto de verdad, pero, ¿no está pretendiendo que aquello que dice sea considerado como verdad? Dice que el lenguaje y las abstracciones son absurdas, intentos mediocres que hacemos de controlar la realidad, manifestación patética de nuestra voluntad de poder. ¿Pero cómo nos dice esto si no con lenguaje?
Efectivamente está tratando de decirnos algo. De alguna manera entendemos lo que el nos dice. Está usando el lenguaje, y pretende decir que aquello de lo que habla es verdad. Procura decirnos que nuestras pretensiones teóricas son absurdas, usando teoría, sin reconocerlo. Y de alguna manera sus pensamientos están relacionados con su expresión lingüística. Critica nuestra metafísica más fundamental y primitiva, pero lo hace dentro de ella, esto es tan absurdo como intentar demostrar lógicamente que la lógica no tiene sentido (cualquier sistema posible, no alguna en particular)
Critica la ciencia pero, al hablar de un universo centelleante y un sistema solar, ¿de qué se sirve sino de la ciencia? Pretende eliminar la metafísica pero habla de tiempos pasados, que de ninguna manera se nos presentan sino sólo como memorias, que no son el pasado. A lo que quiero llegar es que su planteamiento presenta una contradicción que lo niega sin tener que adentrarse mucho en su contenido.
Dejando esto a un lado, pasemos a su crítica de la verdad y su relación con el lenguaje. Dice que verdad no es más que un antropomorfismo. ¿Pero que más podría ser? Verdad es un adjetivo para nuestras proposiciones, no para las cosas. Sólo los juicios son verdaderos o falsos. Las cosas son o no son. Como podría ser la verdad otra cosa que antropomórfica si los juicios son creaciones nuestras. Sólo hay verdad porque hay lenguaje, fuera del lenguaje este concepto no tiene sentido, incluso el de verdad lógica. Las verdades lógicas de los silogismos se sostienen por definiciones universales y las relaciones entre ellas. Si todos los hombres son mortales y Sócrates es hombre, Sócrates es mortal. Este silogismo sólo es verdad porque está construido para que tenga que serlo. Si la conclusión de que Sócrates es mortal fuese falsa, entonces Sócrates no es hombre, porque el concepto de hombre está construido de tal manera que la mortalidad es una de sus características. ¿Qué sostiene la validez de este silogismo si no es la agrupación de ciertas características en un concepto universal de hombre, en este caso la mortalidad como condición necesaria de humanidad?
Un juicio empírico es verdadero si la relación de conceptos que plantea mimifica (como una imagen ideal) lo que sucede en la realidad, lo que es percibido. Digamos que tengo frente a mí una mesa roja. Tengo ciertas impresiones, están ahí, incluso forman parte de mí, porque de alguna manera lo que percibo forma parte de lo que soy. ¿Qué hago cuando digo “hay una mesa roja”? En realidad sólo estoy nombrando lo que percibo. Si no hubiese un lenguaje convencional, cualquier proposición que se haga sobre esa percepción es verdadera siempre y cuando se identifiquen las palabras con la percepción. Si pienso que “svengen” es mesa y “verde” es rojo, y digo “hay una svengen verde”, este juicio es verdadero. Sólo estoy nombrando la percepción, pero no porque ponemos la realidad en palabras, las realidades no son sonidos ni letras, y nunca podremos hacer de la realidad sonidos y letras, sino sólo porque la nombro. En este caso en el que se usa un lenguaje individual, los juicios sobre la realidad son completamente triviales, o así parece a primera vista.
Cuando se usa un lenguaje convencional, sin embargo, se hace algo más, aunque no mucho. Que se enuncie algo verdadero o falso sobre la realidad depende de que se conozca el significado de las palabras, que se conozca la convención. Saber que ese color se llama rojo, y que eso que se usa para escribir se llama mesa, es suficiente para construir un juicio verdadero singular para la percepción presente de la mesa roja. Entonces, tratándose de juicios singulares sobre percepciones presentes, es obvio y hasta trivial decir que hablar de verdad es un antropomorfismo. “La piedra es dura” obviamente no puede expresar lo que se siente al agarrar la piedra, como dije, dureza no es ni un sonido ni una letra, y es por eso que dureza nunca podrá ser expresada por palabras en el sentido que Nietzsche pretende aludir. Pero si se pretende nombrar ciertas sensaciones de acuerdo con una convención. Así, el que entienda el significado de la palabra “dura”, podrá predecir de alguna manera la sensación que tendrá al agarrar la piedra. Claro está que al agarrar una piedra no se siente lo mismo que al agarrar un pedazo de madera, a pesar de que ambos son duros. Pero esto no es lo que pretende el lenguaje científico, sólo pretende decir algo que permita una predicción humilde.
Nietzsche dice que el hecho de que existan diferentes lenguajes y maneras de organizar la realidad es una prueba de que no se llega jamás a la verdad. Tomemos el ejemplo de los Inuits canadienses, ellos distinguen varios colores en eso que nosotros llamamos blanco. Pero esto es sólo un reflejo de las necesidades de separación y categorización de la realidad. Al estar rodeados de nieve, las diferencias entre los blancos se hacen más importantes, y por eso se nombran. Se hace práctico distinguir entre los blancos. Esto de ninguna manera niega que tanto la pared como la nieve sean blancas, lo único que significa (antropomórficamente) es que hay una división menos abstraída de los blancos en nosotros, de nuevo, sólo significa que la convención lingüística es distinta. Tanto la pared como la nieve son del mismo color para nosotros porque nuestro concepto de blanco abarca un campo mayor que el de ellos. No tiene nada que ver con la pared o con la nieve, ambos están ahí maravillosamente, sólo tiene que ver con la convención lingüística y lo que nombra cada término que, obviamente, sólo concierne al hombre y tiene que ver con él.
Con esto pasamos a un punto importante. El hecho de que para los Inuits el color de la pared y el de la nieve sean diferentes seguramente hace que ellos puedan apreciarlas de manera distinta. Su apreciación estética será distinta porque ven diferencias en lo que nosotros vemos igualdades. Pero esto es sólo una ilusión que produce la ignorancia de que todo concepto, por ser universal, es una abstracción con fines prácticos. Los blancos son diferentes, al igual que las hojas son diferentes, pero no podemos usar una palabra para cada hoja o cada blanco, son muchos o infinitos, y no podríamos comunicarnos. El carácter universal de los conceptos persigue un fin pragmático de comunicación, pero ello no debe hacernos creer que lo diferente es igual sólo porque se nombre con la misma palabra.
Dos enamorados podrán, por ejemplo, nombrar muchas sensaciones si existe cierta regla. Por ejemplo, si al besarse de cierta manera en ambos se produce cierta sensación, podrán darle un nombre, y aunque no sepan que se sienta igual, al usar la palabra el otro sabrá que se refiere a esa sensación específica, y podrán así concretar más su comunicación de sensaciones. Pero de nuevo, la sensación no es un sonido, y el otro nunca podrá sentir lo que siente el que dice la palabra, sin embargo, pueden identificarla con una sensación suya, si existe la regularidad de que cuando uno siente algo, el otro también. Es esto en realidad lo que hacemos con los nombres empíricos. Nadie sabe si el rojo que percibe uno es el que percibe el otro. Sin embargo, existe la regla (excepto en los daltónicos), de que cuando hay algo rojo en frente, ambos pueden identificar ese color con aquél al que han llamado rojo, así el color sea para uno, como dice Nietzsche, lo que es un sonido para otro. En el caso de los daltónicos simplemente lo que pasa es que para ellos no se cumple la regla. Pero esto no es un problema a menos que se tenga una concepción demasiado realista de los colores, cosa que la física y la biología moderna ya han dejado atrás hace mucho tiempo. Para aquellos casos en los que se cumple la regla de que muchos identifican un color con rojo pero el daltónico lo identifica con el color verde (a pesar de que tiene una idea de lo que es rojo porque la regla se cumple en algunos casos), la mesa no es roja para el daltónico, y punto. Si no se pretende decir que el color es una propiedad de las cosas como tal, esto no presenta problema alguno, porque verdad es identificación de los nombres universales con una percepción de acuerdo a una regla.
Pero si no podemos transformar la realidad en sonidos o letras, ¿qué nos queda para poder expresar algo desconocido para el otro, cómo expresar haciendo algo más que nombrar? La respuesta la conoce muy bien el poeta, usamos las metáforas. Con las metáforas podemos comparar una cosa con otra. Así, el que las lee o las escucha, puede entender una sensación identificándola con otra suya. Las metáforas o los símiles son lo más cercano que tenemos a una descripción de la realidad que consista en algo más que sólo nombrarla usando conceptos universales. Si digo “rojo como el fuego” o “una brisa tibia de otoño” (para referirme a una mirada), no solo nombro el color o lo que siento con la mirada, que después de todo no describe, no puede generar identificación o significado, sino que, al comparar una sensación con otra, puedo acercarme a una expresión verdadera de la cosa, el que la escucha puede tener una sugerencia de lo que quiero decir comparándola con aquellas otras sensaciones. Las cosas sólo se pueden comparar con cosas, y sólo las realidades pueden mostrarnos las realidades. Con las metáforas, comparamos una realidad con otra, de modo que la segunda nos muestra, así sea de un modo sutil, cómo es la primera. Claro está que el que escucha la metáfora podrá percibir el fuego de manera distinta a mí, pero que ciertas metáforas produzcan efectos tan conmovedores en nosotros parece mostrar que al menos sirven para que podamos identificar o acercarnos a un entendimiento fundamental de las cosas.
Creo que la crítica que hace Nietzsche al lenguaje y al concepto de verdad proviene de una idea de ellos que les exige mucho. Viendo que, ante tan grandes exigencias, el lenguaje se queda corto, lo rechaza como absurdo. Pero hay que tomar el lenguaje como un instrumento del hombre, y como tal, algo imperfecto, pero con el que se consiguen ciertos fines prácticos, así sean muy humildes

martes, 11 de diciembre de 2007

Motivated!

Pongo estos poemas juntos porque los escribi inmediatamente uno despues del otro. Quizas de esa manera logre reflejarme mejor. En realidad estan intimamente unidos, pero un vinculo discursivo seria artificial, de esa manera aparecen, no estoy listo para hacer una sintesis...y es que podriamos hacer una sintesis de nuestro ser sin que esta fuera artificial?
Es un verdadero misterio como la aparicion de alguien a quien admirar me ayuda a aclarar mis pensamientos. Puedo entenderme mejor si, por ejemplo, me gusta alguna chama. Este tipo de cosas influyen tanto en otras que parecen tan desconectadas en nuestras maneras de ordenar y pensar relaciones en nuestro ser. Les pasa lo mismo?

Te pienso, pero no te extraño
Nada acompaña tu imagen en la mente
Que no es una pintura mental
Sino un recuerdo de ti más abstracto
Pero más intimo, porque no pienso tu cuerpo o tus ojos
Sino a ti

Pero no te extraño
Extraño el amor, como sentimiento separado de ti
Y estando contigo
No te buscaba a ti, sino buscaba el amor
Pero el amor se esfuma, querida
Siempre se esfuma

Estoy obsesionado
No contigo
Sino con el amor

El amor es una iluminación en mi cueva
Una sensación de calor en la neblina

A tu lado temía siempre
Que el amor se fuera
Que desaparezca
Y esa ha sido y siempre será mi obsesión

Por eso cuando lo siento
Prefiero alejarme
Mantenerme aislado
No tocarlo, sino rozarlo desde lejos

No quiero que los besos lo desgasten
Ni que mis manos lo aplasten
Porque cada vez que se desgasta, todo mi ser se pudre con él



............................


¿Que es eso que me produce tu ternura?
Esa manera en que sonríes
como una cascada de algún riachuelo de los andes
o una melodía tocada por un niño
en el piano de su abuelo

Y esa manera de mirar
Cuando te sientes perdida en la multitud
Como una orquídea mira
Rodeada de robles o pinos, en la inmensidad del bosque

Ahí te posas, mirando
Dirigiendo tu mirada de un lado a otro
Hacia atrás y hacia los lados

Y, a pesar de que sé que hay en ti algo de malicia,
No puedo evitar sentirte como un ángel

………..

Culebras, aranas y hienas me rodean
Por todas partes me acechan
Escucho sus cascabeles
El sonido de sus mandibulas y la baba que le chorrea
Por sus ansias de clavarme sus colmillos y masticarme
La risa repugnante
Extasiadas por la idea de devorar mis huesos
Y burlándose de la idea de mis gritos

Y entre todo eso te vi a ti
brisa rubia, lago cristalino y tranquilo
Hada desterrada,
Te vi mirándome
Simplemente preguntándote y preguntándome

Yo también puedo ser una bestia
Un lobo solitario y voraz
Pero orgulloso
Me voy a la soledad de la montaña
A cantarle a la luna mis penas
Pero te juro que solo quiero recostarme
Sobre tu pelo y ver tus ojos
Perderme en tus ojos
Y sumergirme en la tranquilidad de saber
Que si se te ocurre devorarme
Y me miras con ojos demoníacos mientras planeas tu ataque mortal
Yo solo le cantaré a la belleza de tus dientes
Y a la majestuosidad de tu mordisco
Porque seguirás siendo bella y tierna
Porque se que tienes compasión, lo se tan bien

Oh, que alivio!

lunes, 22 de octubre de 2007

Momentum post-Coitum

Como me pasa esto?
Estas ahi, a mi lado
Pero no quiero ni verte
Quiero alejarme de ti,
Sentado al borde de la cama
Yendome con mi cigarro, que es mi vehiculo
Mientras la idea de que tu me esperas me atormenta
Porque no quiero hacerte dano

Claro que tu no sabes lo que me pasa, querida

Como es que antes te quise tanto y ahora quiero alejarme de ti
Hace unos minutos no me podia despegar
Y ahora solo pienso en empujarte
Y me duele, me duele pensar que no te quiero de verdad, que eso no existe
Que ese sentimiento es tan frágil y tan dependiente
Y que quizas nunca vuelva.
Sobre todo me duele porque me atormento a mi mismo
Porque como dije, tu no lo sabes, querida
Es que yo quiero quererte, no quiero mentirte.

Tambien me duele por mi, porque no me puedo fundir, querida.
Mi voluntad ha vuelto a la nada
Es como un paréntesis entre la vida con fines, como una vuelta a mi mismo
Concreto, ahí
Como lo que sentiria una hormiga si ya no tuviese nada que construir
Si nada le comandara su reina, y se posara desolada,
Sin siquiera poder sentarse, sobre la tierra, mirando a la nada.
Y es ahora, en estos minutos, en que se presenta el absurdo
De manera mas inclemente y aterradora

Y mi pasado y mi futuro, se presentan solo asi
Aunque ya se, porque lo he vivido,
Que se disfrazara este absurdo, al menos en momentos,
En este instante se que sera solo olvido o descuido,
una gaza de mi conciencia que me impulsa,
mi instinto de supervivencia, que no es mas que este parche
Pero es un parche, y ahora no me sirve de consuelo, porque no esta.

Pero esta culpa solo intensifica mi repulsión
Y me lleva a alejarme un poco mas
A no voltear siquiera la mirada
Para no encontrar tus ojos que inquisidores
Que se niegan a aceptarlo
Porque ya con los mios me basta para agoviarme
Cuando se voltean hacia mi para juzgarme.

Quiero que se termine este momento tan insoportable
Quizas vaya al bano o baje a la cocina a servirme un vaso de agua
Y a distraerme con la excusa de que hablo con mi mama

Por favor, no me pidas acompanarme
Porque no resistire la culpa
Pero entonces me sentire atrapado
Y buscare botarte de mi mente
Y no quiero perderte, no quiero perder aunque sea la posibilidad
De sentir eso que habia antes en mi, antes de que te entregaras.

"The pursuit of happiness"

Quiero ensayar una pequena critica a la idea, aparentemente muy occidental y hasta moderna, de la vida como busqueda de la felicidad. Como ensayo, sera algo escueta, pero no espero clemencia en las criticas por esto.

Que es la felicidad sino un estado del alma, es decir, un estado animico, un sentimiento, una sensacion? Suele confundirse la felicidad con aquello que la crea en nosotros...grave descuido, tan grave que parece ser causa de una gran contradiccion en la vida moderna. La felicidad es un estado subjetivo, en nuestro ser; como tal, es necesariamente distinta a aquello que la produce, al estado de los hechos o la manera en que es el mundo en un momento que hace que nos sintamos felices. Nadie siente nuestra felicidad, tampoco nuestro sufrimiento. Otros pueden sentir felicidad al imaginarnos felices, o sufrir al pensarnos sufriendo, pero esta felicidad o sufrimiento que siente el otro es distinta a la nuestra, aunque no independiente.

Aquello que ocurre o que es, los hechos o acontecimientos, no introducen felicidad en nosotros de la misma manera en que introducimos un pitillo en un vaso con agua (releyendo esto se me ocurrio un ejemplo divertidisimo...espero que sonrian imaginandolo;p). Y aquellos que quieran sostener esto tendrian problemas en explicar siquiera que quieren significar. Claro que los hechos son el interruptor de la felicidad, pero de la misma manera en que el "suiche" de mi bano no es la luz que alumbra el espejo, un triunfo no es la felicidad.

Como es esta felicidad? Aparece cuando logramos algo que buscabamos. Constantemente imaginamos mundos futuros que nos gustaria que fuesen, y, si llegan a ser, nos sentimos felices. Tambien puede aparecer sin previo aviso, siendo mucho mas intensa, por no ser prevista (o algo asi). Y aqui viene el paso decisivo, que, a diferencia de los anteriores, se hace solo a posteriori, solo lo sabemos por experiencia: que poco despues de lograr aquello que queriamos, de satisfacer nuestros apetitos, esta se desvanece!...momento de desesperacion...un silencio helado en el alma y una mirada desesperada " que esta pasando? a donde te fuiste? tanto que luche para que te vayas asi? sera que te puedo traer de vuelta?"...esta, como ya sabemos...calla. Una vez que aceptamos su partida, nuestra mente se propone un nuevo fin, un nuevo objetivo, un nuevo apetito para volver a estar en aquella euforia. La sensacion de felicidad se siente cuando se logra el objetivo o cuando nos llega algo inesperado que nos agrada, pero luego se va y solo regresa con un nuevo estimulo...digamos que el suiche se funde rapidamente...y tenemos que salir desesperados a la calle, en busca de otro. Y, por si fuera poco, si nuestro objetivo es la felicidad en si, esta se esconde. Parece entonces que tenemos que enganarnos a nosotros mismos...pero no somos tan ingenuos.
Cuantos no hemos sentido esto dentro de la esfera erotica? cuantas veces no decimos que "necesitamos una novia o un novio"? Recuerdo con panico el vacio que deja la desaparicion del amor euforico...miedo que detiene a cualquier coqueto o coqueta a asentarse. Por que buscamos el amor sino por esto? Porque se teme mas al tedio o la ausencia completa de sensaciones que al sufrimiento, al menos asi se me ha mostrado mi ser.

Esta es la base de la civilizacion occidental moderna y buena causa de su contradiccion. Pasamos la vida buscando satisfacer apetitos para sentirnos felices, lo logramos, esta felicidad se desvanece rapidamente (queda el intento de que vuelva de vez en cuando y pensamos "tengo un ferrari...TENGO UN FERRARI...jajajaja...pero nada pasa, ese "yo" que no es el que nos habla cuando pensamos, sino el otro, no se siente para nada impresionado por aquel que habla) y buscamos otra cosa que nos haga entrar en el mismo estado para que luego se vuelva a desvanecer. Y en el medio, lucha, tedio o autoflagelacion espiritual para sentir al menos algo.
Buscar La Felicidad parece una frase sin sentido. En cambio, buscamos felicidades temporales, alegrias que vienen y se van continuamente. Asi, la felicidad no parece que se puede plantear como un fin ultimo, sino como objetivos humildes durante la vida.
Que tal si buscamos una felicidad eterna? Que no se active con ningun suiche externo sino venga de nosotros, que su origen sea de la misma indole que el sentimiento. Podremos sentirnos felices y euforicos sin ningun suiche que la prenda o la apague?



Despues de casi un año de reflexión he llegado a pensar que, de alguna manera, este posible estado de felicidad eterna está necesariamente relacionado con la apreciación de la belleza y su disfrute constante... la belleza nunca se agota